Alfonso X El Sabio
TOLEDO 1221-SEVILLA 1284
La enorme importancia de Alfonso X el Sabio en la cultura española se ha comparado con la ejercida por San Isidoro en su época, una personalidad con la que compartió su relación con Murcia y que influyó considerablemente en su obra.
El monarca sabio que conquistó Murcia a los árabes no nació en esta tierra, pero sí tuvo con ella una profunda relación. Es en dicha ciudad donde, según la leyenda, está enterrado su corazón y en la que escribió algunas de sus obras más memorables.
Precisamente fue Murcia uno de los tres centros culturales de mayor importancia de su reinado, junto a Sevilla y Toledo. Desde estas ciudades, y a través de una serie de equipos de investigadores, traductores y compiladores, recogía y organizaba materiales con los que escribiría sus obras más famosas e importantes, convirtiendo su corte en uno de los mayores centros de la cultura, la ciencia y la poesía de su tiempo.
Su vasta creación escrita se suele dividir en obras jurídicas —entre ellas Las Partidas—, históricas —La Crónica General— y científicas o recreativas —Las Tablas alfonsíes, El Lapidario...—.
Parte de su obra más personal, la poética, guarda relación con Murcia, bien por haberla escrito en estas tierras, bien por desarrollarse en ellas. Especialmente significativas son «Las cantigas de Santa María», que narran milagros de la virgen para su alabanza. De entre todas las relacionadas con Murcia, la más conocida es la cantiga de la Arrixaca, uno de los primeros y más hermosos ejemplos de literatura murciana. Se trata de un episodio autobiográfico en el que el monarca narra un problema en el que se vieron envueltos él y su suegro —Jaime I de Aragón— con los árabes y que se resolvió finalmente por la intervención de la Virgen.
Murcia y Cartagena están presentes en otras de las Cantigas, y también localidades como Abanilla, Alguazas e incluso personajes históricos murcianos de la época.
S. VII al XIII
