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4. ESCRITORES: DE LA REGIÓN DE MURCIA. Pascual Vera Nicolás |
Miguel Espinosa GironésCARAVACA 1926-MURCIA 1982 Si hubiese que buscar algún calificativo que resumiese la figura de Miguel Espinosa y la intensidad literaria de su obra, el más acertado sería probablemente el de insólito. Así de extraordinarias fueron la calidad y originalidad de su obra. Su vida está íntima e indisolublemente unida a la ciudad de Murcia, por más que en sus obras subsista siempre un implícito afán por unlversalizar sus argumentos y llevarlos más allá de las puras fronteras en las que se desarrollan. Nacido en Caravaca, se traslada siendo niño a Murcia. Las paredes del café Santos, sede de tantas tertulias, serán silencioso testigo de muchas horas dedicadas por él a escribir. Fue allí donde conoció a su musa, Mercedes Rodríguez, la joven que protagonizará sus novelas —ella es la Azenaia de Asklepios y Escuela de mandarines, la Clotilde de ha fea burguesía o la Juana de Tríbada. En 1957 se da a conocer con Reflexiones sobre Norteamérica, un documentado ensayo sobre Estados Unidos que entusiasma a dos personas tan distintas como Tierno Galván, que prologa el libro, y a Fraga Iribarne, que realiza una admirada reseña sobre él. Pero antes había escrito la primera versión de la que será considerada su obra cumbre: Escuela de mandarines, en la que trabajaría, prácticamente, hasta su muerte, y que le valió en 1974 el premio Ciudad de Barcelona. Espinosa hace gala en ella de un prodigioso dominio del lenguaje, un proverbial sentido de la reflexión y un finísimo sentido del humor que bordea en ocasiones el esperpento. El libro constituye una visión irónica sobre las injusticias del poder, en la que satiriza, utilizando inteligentes claves, la sociedad imperante en la dictadura franquista. Espinosa apenas logró ver publicadas sus obras en vida, tan sólo ha Tríbada falsaria —una novela autobiográfica que fue componiendo a medida que los sucesos que reflejaba iban sucediendo y que motivó cierto escándalo en Murcia— apareció en vida, pues la segunda parte —La Tríbada confusa— se publicó ya con carácter póstumo, como también lo haría Asklepios, el último griego, reflexión sobre lo amargo del paso del tiempo, y ha fea burguesía, descripción de la clase media surgida en la dictadura. La imaginación, la penetración psicológica, el dominio de las formas, y una amplia formación clásica, son algunas de las constantes en la obra de Espinosa, una personalidad única y a contracorriente, desbordante de ironía y lucidez, que supo mostrar la realidad española de forma distinta a como se había hecho hasta entonces, y que sólo obtuvo el reconocimiento que merecía después de su muerte. |
S. XX |