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5. EL BANCO AZUL. Parlamentarios por Murcia que fueron ministros. Nacidos fuera de la región. Pgs [1] [2] [3] [4] [5] [6] [7] [8] [9] [10] |
El Banco AzulNacidos fuera de la región (6)Segismundo Bermejo y Merelo
San Fernando (Cádiz) 1833 -Madrid 1899 Apasionado por el mar desde niño, se enroló en su primera embarcación a los 14 años, prestando sus servicios en Cuba, Filipinas y Cartagena, llegando a ser contralmirante. Introdujo en España los torpedos fijos y automóviles. Sagasta lo nombró ministro de Marina, pero la aplastante derrota infligida por Estados Unidos a la flota española en el puerto filipino de Cavite (1 de mayo de 1898) le impulsó a presentar su dimisión. Escribió varios libros, entre ellos una novela de ciencia ficción, El doctor Juan Pérez, inspirada en Julio Verne, y estudios militares sobre la plaza de Cartagena. José Echegaray Eizaguirre
Madrid 1832-1916 A pesar de vivir en Madrid casi toda su vida, el que fuera distinguido como primer Premio Nobel de las Letras españolas, no fue, en esencia, un cunero, ya que fue en Murcia donde cursó estudios primarios y de bachillerato, pues su padre ejerció la enseñanza en el instituto Alfonso X el Sabio de la capital. Ingeniero de caminos y economista, fue profesor de Física Matemática en la Universidad de Madrid, donde desarrolló una notable labor investigadora, introduciendo y divulgando en España importantes novedades científicas. Desde finales de los años 60, y durante más de cuatro décadas, ejerció diversas responsabilidades políticas y administrativas desde las que intentó propiciar que España superara su secular atraso en materia económica, política o cultural. Fue ministro de Fomento con Ruiz Zorrilla, durante la República, y miembro de la Comisión Permanente creada con motivo de la dimisión de Amadeo de Saboya. A su afán de fortalecer la economía española se debe su fundamental reforma del Banco de España, creado en 1855-56. En 1880, junto a Galdós y Salmerón, fundó el Partido Republicano Progresista. En 1904, poco antes de ser elegido diputado por Murcia, recibió el Premio Nobel de Literatura. Su ingente obra teatral incluye numerosos melodramas en los que el tema de la familia y el del honor ultrajado y su venganza se repetían una y otra vez. Aunque posteriormente fue acusado de una literatura excesivamente ripiosa y fuera de época, lo cierto es que Echegaray fue el autor más leído de su tiempo gracias a obras como El gran Galeoto. También el más denostado por sus envidiosos, que eran muchos e influyentes, atragantados con los éxitos literarios de un hombre de ciencia. El historiador Enrique de Tapia escribiría sobre él: “Parece un enfermo y disfruta cabal salud. Parece un cualquiera y resulta un sabio. Parece que no van a salirle las palabras del cuerpo y habla muy bien. Parece frío y es ardiente. Parece creerlo todo y no cree en nada ni en nadie. Parece pura prosa y hace buenos dramas en verso, en los cuales todo el mundo muere, el apuntador sale mal herido y el público se desmaya. Parece incapaz de matar una mosca y parte de un tajo al mejor espadachín. Parece uno de tantos y es uno de los primeros matemáticos de España”, calificándolo como uno de los mejores oradores de las Cortes de la Regencia: “Expone, narra, explica, persuade, cautiva”. |