una obra sólida y técnicamente bien planteada, situada además en un terreno firme.
Hubo de transcurrir 80 años desde la tragedia de Puentes, para que los lorquinos la olvidaran y aceptaran la construcción, en 1884, de una nueva versión –la tercera, pero no la última– del pantano. Los estudios técnicos fueron en este caso rigurosos, y las campañas en pos de la necesidad de embalses para riego habían bastado para que la opinión pública, que aún miraba con recelo estas construcciones, comenzase a variar. Por si esto fuera poco, apenas una década después, la presa demostró su robustez y su utilidad, laminando la enorme riada de San Jacinto, que, de no haber existido Puentes, habría tenido para los lorquinos unas consecuencias trágicas65. Fue la primera, pero en los años siguientes la presa de Puentes puso de relieve su solidez y su eficacia contra las avenidas en más ocasiones.
Hasta el mismísimo Antonete Gálvez, un gran defensor de los intereses de los huertanos para muchos, había apostado por los embalses a finales del siglo XIX. Lo hizo en la tribuna del teatro Romea, en el transcurso de un importante congreso celebrado que reunió en la ciudad de Murcia a técnicos y políticos de todo signo –entre ellos Cánovas del Castillo y almerón– para intentar poner freno a las inundaciones, que habían golpeado la región en los años precedentes con inusitada violencia. Gálvez alegó que:
“Se trata de una cuestión grave: de la cuestión de las inundaciones y de la cuestión de los riegos, pues la una viene complicada con la otra. La huerta se inunda, sí; pero también la huerta necesita muchísima agua. Yo estoy conforme [...] con que se hagan pantanos, todos queremos eso; que el agua que sobra en el invierno y causa daños la tuviéramos allí recogida, y cuando llegara la escasez del verano se levantaran la compuertas y se regara según fuera necesitándose”66.
En estas fechas próximas al final del siglo XIX, ya no caben dudas de la importancia de los embalses para regular cuencas como la del Segura y los beneficios que acarrearían para el riego de sus correspondientes zonas. En un informe realizado por expertos de Cieza, Abarán, Blanca, Ojós, Ulea y Alguazas, valorando el proyecto de defensa contra las inundaciones de García y Gaztelu, se remarcaba lo siguiente:
“Los pantanos artificiales [...] están llamados principalmente a desempeñar un papel importantísimo en el desarrollo progresivo del riego de las zonas agrícolas de nuestra costa de Levante, puesto que las corrientes naturales de la región Mediterránea poseen en su inmensa mayoría, un caudal de estiaje insuficiente para los cultivos hoy existentes; porque además del beneficio del riego no tiene el carácter necesario de permanencia para el ejercicio desembarazado de la actividad agrícola experta e inteligente que a dicha zona distingue; y finalmente porque se produce con desconsoladora frecuencia el triste fenómeno de verse comprometida la cosecha por los rigores de una sequía extremada, mientras que las aguas de turbión caen y desaparecen casi a un mismo tiempo, sin poder ser aprovechadas por los campos calcinados por una atmósfera seca y ardiente”.
El río Segura, probablemente el más regulado de España, ve llegar el siglo XX con tan sólo estos dos embalses,
|
Gráfico con la evolución de la capacidad de embalse de la cuenca y su evolución desde 1900 |
|
|
incapaces de lograr la regulación que precisaba un río de sus características. Habría que esperar a los primeros momentos de ese siglo para que se acometiera la realización del siguiente gran embalse, el pantano de Alfonso XIII, en el río Quípar, con la finalidad primordial de luchar contra las inundaciones. Se inauguró en 1917, y un año después entraba en funcionamiento el embalse del Talave, en la localidad albaceteña de Liétor, con lo que se ponía la primera piedra en otra de las grandes asignaturas pendientes de la cuenca: la regulación del río Mundo.
Una de las primeras acciones emprendidas por la entonces recién creada Confederación Hidrográfica del Segura fue continuar la regulación del río en su cabecera, construyendo a comienzos de los años 30 el gran embalse de la Fuensanta, que durante décadas ostentó el privilegio de ser el mayor de la cuenca.
Cuando en 1960 entraron en escena el enorme reservorio del Cenajo (472 Hm3., desde entonces el más grande de todos cuantos existen en el Segura) y el de Camarillas, se culminaba prácticamente la regulación en la cabecera del río Segura, alejando los indeseables efectos causados hasta entonces por las lluvias torrenciales y asegurando los riegos de las vegas del río.
|
|
|
Realizados en buena medida para evitar las desgraciadas inundaciones, los embalses de la cuenca del Segura han visto, paulatinamente, pasar a un segundo plano su carácter de laminadores de avenidas de agua –en tanto el río Segura y el Guadalentín han ido dejando de constituir enemigos potenciales en épocas de lluvias– para ir convirtiéndose cada vez más en reguladores de su caudal y aportadores de agua para los regadíos en período de especial demanda.
|
Embalse del Cenajo, de 1960. Con sus 437 Hm de capacidad es la mayor de toda la cuenca. |
|
|
Regulación general de la cuenca |
Presa |
Cauce |
Tipo/Material |
Capacidad(Hm) |
Fuensanta |
Segura |
Gravedad/hormigón |
210 |
Cenajo |
Segura |
Gravedad/hormigón |
437 |
Talave |
Mundo |
Gravedad/hormigón |
35 |
Camarillas |
Mundo |
Gravedad/hormigón |
36 |
Alfonso XIII |
Quipar |
Gravedad/hormigón |
22 |
Santomera |
Rambla Salada |
Gravedad/Materiales sueltos |
26 |
La Pedrera |
Rambla de Alcoriza |
Gravedad/Materiales sueltos |
246 |
Crevillente |
Rambla del Bosch |
Gravedad/Materiales sueltos |
13 |
Azud de Ojós |
Segura |
Gravedad/hormigón |
I |
Mayés |
Rambla del Mayés |
Gravedad/Materiales sueltos |
2 |
Regulación de regadíos propios |
Argos |
Argos |
Gravedad/Materiales sueltos |
10 |
La Cierva |
Mula |
Gravedad/hormigón |
7 |
Valdeinfierno |
Luchena |
Gravedad/hormigón |
13 |
Puentes |
Guadalentín |
Gravedad/hormigón |
29 |
Abastecimiento |
Taibilla |
Taibilla |
Gravedad/Materiales sueltos |
9 |
Presa de toma del canal |
Taibilla |
Gravedad/hormigón |
I |
Aprovechamiento hidroeléctirco |
Anchuricas (Miller) |
Segura |
Contrafuertes. Hormigón |
6 |
La Novia (La vieja) |
Zumeta |
Gravedad/hormigón |
I |
De laminación de avenidas |
Moro |
Rambla del Moro |
Tipo/Material |
Capacidad(Hm) |
Pliego |
Pliego |
Gravedad/hormigón |
4 |
Judío |
R. del Judio |
Gravedad/hormigón |
9 |
Algeciras |
R. de Algeciras |
Gravedad/hormigón |
9 |
Cárcabo |
R. del Cárcabo |
Gravedad/Materiales sueltos |
50 |
El Romeral |
Guadalentín |
Gravedad/hormigón |
3 |
Doña Ana |
R. Dª Ana |
Gravedad/hormigón |
6 |
Los Rodeos |
Río Mula |
Gravedad/hormigón |
14 |
Los Charcos |
R. los Charcos |
Gravedad/hormigón |
2 |
Boquerón |
R. del Boquerón |
Gravedad/hormigón |
15 |
Bayco |
R.del Bayco |
Gravedad/Materiales sueltos |
15 |
La Risca |
Río Árabe |
Gravedad |
2 |
Moratalla |
Río Moratalla |
Gravedad |
5 |
|
|
|