También en el tema de la lluvia, como 
                                    en tantos otros, nuestra región es 
                                    una zona de contrastes extremos. Murcia se 
                                    ha movido tradicionalmente entre sequías 
                                    severas e inundaciones absolutamente destructoras. 
                                     
                                    Como hemos visto, una tendencia natural ha 
                                    impulsado al hombre, desde sus primeros pasos 
                                    sobre la tierra, a asentarse en los aledaños 
                                    del agua, avanzando más y más 
                                    hacia ella a través del tiempo. Este 
                                    hecho, en un medio enormemente agresivo, como 
                                    son los ríos murcianos, produjo como 
                                    consecuencia una precariedad cada vez mayor, 
                                    que se tradujo en numerosas pérdidas 
                                    de cosecha, poblaciones destruidas y multitud 
                                    de muertes a lo largo de la historia.  
                                     
                                    Sin embargo, este progresivo acercamiento 
                                    a los ríos no constituía un 
                                    hecho caprichoso. En la región de Murcia, 
                                    el estar más próximo a los cauces 
                                    fluviales implicaba también factores 
                                    positivos: los fértiles valles posibilitaban 
                                    abundantes cosechas de excelente calidad en 
                                    caso de bonanza. El riesgo fue asumido por 
                                    los agricultores de la región durante 
                                    siglos. Las consecuencias, como veremos, serían 
                                    desastrosas en numerosas ocasiones.  
                                     
                                    Intentaban aprovechar la parte beneficiosa 
                                    de las avenidas: terrenos húmedos, 
                                    abundancia de tarquines que fertilizaban la 
                                    tierra... Algo que comienzan a hacer los murcianos 
                                    en el siglo IX, con la llegada de los árabes 
                                    y la construcción en los valles de 
                                    redes de acequias y azarbes.  
                                     
                                    Esto motivó también un cambio 
                                    en la estrategia secular de enfrentarse al 
                                    fenómeno sempiterno de las riadas: 
                                    de la adaptación al fenómeno 
                                    de las avenidas, el murciano se vio obligado 
                                    a pasar a la lucha contra ellas. Era la única 
                                    manera de sobrevivir en el hábitat 
                                    que había elegido.  
                                     
                                    De hecho, la decisión de fundar la 
                                    ciudad de Murcia justo en el punto más 
                                    bajo del valle del Segura, supuso una opción 
                                    nefasta desde el punto de vista de la seguridad. 
                                    El testimonio de un murciano del siglo XVI 
                                    es suficientemente ilustrativo al respecto: 
                                     
                                    [he visto] de muchos años y tiempos 
                                    a esta parte, que en cada un año sale 
                                    el dicho río de Segura de madre una 
                                    o dos vezes y haze mucho daño en la 
                                    huerta o vega de dicha çibdad [de Murcia] 
                                    hasta ponella en total desstruyçion...46 
                                     
                                     
                                    Y es que, las inundaciones catastróficas 
                                    sólo son fenómenos naturales 
                                    en su origen. El calificativo de catastrófico, 
                                    viene dado, como apunta Francisco Calvo, por 
                                    una inadecuación entre el dispositivo 
                                    humano de uso y defensa de los elementos naturales 
                                    de un río.  
                                
                                  
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                                              Las consecuencias trágicas de la riada motivaron una campaña internacional. Francia fue uno de los países que más se volcó en esta ayuda. La revista ‘París-Murcia’ fue un magnífico vehículo para sacudir conciencias. Archivo Municipal de Murcia.  | 
                                             
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                                      Lorca: el Guadalentín inunda el barrio de San Cristóbal. Revista ‘La Ilustración Española y Americana’. Archivo Municipal de Murcia.  | 
                                     
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                                              Estatua en el Malecón a José Mª Muñoz, gran benefactor tras la catástrofe de Santa Teresa.  | 
                                             
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                                          Avenidas históricas 
Aunque se tienen noticias de avenidas acaecidas incluso antes de nuestra era –como la riada de Julio César, en el 47 a. de C.–, no existen datos fiables sobre lo veraz de su existencia. Durante siglos, las avenidas fueron escasamente documentadas. Esto, unido a la inexistencia de cualquier tipo de criterio unificador hace que se desconozca casi todo sobre las riadas anteriores al siglo XIII. 
 
Frailes y monjes fueron quienes, durante siglos, se encargaron de realizar las observaciones y tomar las mediciones, convertidos en voluntariosos pero poco rigurosos climatólogos. Prueba del escaso rigor con que se tomaban estos datos, es el hecho de que la catedral constituyó, durante siglos, un auténtico y gigantesco limnígrafo. Se expresaba la virulencia de cada riada en función de la altura alcanzada por las aguas, en relación a este edificio.A finales del siglo XIII se habló ya, por primera vez, de un fenómeno que se evidencia especialmente dañino para los murcianos: el de la confluencia de las aguas del Segura y Guadalentín poco antes de su llegada a la capital. Durante siglos, esta circunstancia produjo en Murcia unas avenidas especialmente violentas, ocasionando un interminable reguero de muertos y la destrucción intermitente de poblaciones y regadíos. 
 
                                          No se aventuró mucho Vicente Ferrer cuando vaticinó a su paso por Murcia, a comienzos del siglos XV, que “este lobo (el río) se comerá a la oveja” (la ciudad). Sólo era cuestión de tiempo el que se cumpliera su pronóstico. Cuando tres décadas y media después se produjo una virulenta inundación, no faltó quien recordara su frase. 
                                          En 1545 una gran avenida destruyó cientos de casas en Murcia. Desgraciadamente esta circunstancia no constituía una novedad. Pero sí lo era el hecho de que la riada se conociera con el nombre de San Lucas. Fue a partir de ella cuando comenzó a denominárselas con el nombre del santo del día. También comenzaron a aportarse más datos al referenciarlas (hora, cota máxima alcanzada...). Además, se las comienza a describir con hechos concretos y daños producidos. Todas estas circunstancias provocan que su estudio a partir de aquí contengan datos estadísticos aprovechables. 
                                         
                                         
                                        
                                         
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